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Aquí Estamos ha documentado durante los últimos 4 años, 299 historias de niñas y adolescentes víctimas de feminicidio, ya sea por un familiar, su pareja o expareja, vecinos, amigos y agresores que permanecen como no identificados ante la impunidad que impera en el país. En 2022, se registraron en esta investigación 53 casos en los cuales hubo 26 detenidos y solo 8 sentenciados. 

Una tendencia que acompaña esta problemática es la de las menores cuyo paradero se desconoce previo a encontrar sus cuerpos sin vida. En este período, 16 fueron reportadas como desaparecidas. Por estos hechos, solo se detuvo a 9 perpetradores y se sentenció a 2. Estos feminicidios se cometieron con mayor frecuencia en contra de jóvenes de 17 años; además, continúan siendo reiterados contra adolescentes de 13 y 14. En comparación con el 2021, disminuyeron los casos en mujeres de 16 años. En niñas de cero a 12 años, la violencia se concentró en las edades de 3 años, 10 y 1 de vida.

La localización de esta forma extrema de violencia de género en los estados del país se ha mantenido similar durante los 4 años en los que este proyecto ha documentado información. Así, el Estado de México continúa siendo el lugar con mayor número de feminicidios de niñas y adolescentes, con 10 casos; un año antes, tuvo 18 registros.

En segundo lugar aparece Veracruz (8); después, Michoacán y Coahuila (4); les siguen Morelos, Oaxaca y Puebla (3), estos últimos con la misma tendencia del año pasado; mientras que Ciudad de México, Durango, Jalisco y Querétaro (2); y, por último, con 1 caso en cada estado: Baja California, Chiapas, Colima, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Zacatecas.

Las entidades federativas que no registraron ningún caso, de acuerdo con lo publicado en medios de comunicación, son: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y Quintana Roo.1

Con respecto a la forma en la que se llevó a cabo el feminicidio, los disparos (10) aumentaron como la forma en la que se le quitó la vida a las niñas y adolescentes. Después, se mantienen como tipo de agresión las huellas de violencia2 (8); aunque, si se toman en cuenta todas las variantes en la forma de agresión, el abuso sexual es el de mayor frecuencia (12). 

El hogar continúa como el lugar de mayor riesgo, pues es en su casa (16) en donde las menores son agredidas y/o en donde es hallado su cuerpo sin vida; las cifras disminuyeron con respecto al 2021 (25 casos), cuando todavía parte de la población se encontraba en confinamiento debido a la contingencia sanitaria por la COVID-19.

Además de la vivienda, el otro sitio en el que son encontradas las niñas y adolescentes es el espacio público. Así, el lote baldío (7) y la calle (5) son comunes en los casos registrados. También, están los hospitales (5), terrenos abandonados cerca de sus casas (4) o en casa de su asesino (4).

En los casos monitoreados durante 2022 la identidad de la persona agresora aparece como “desconocido” (18) y “sin información” (14), lo cual en la mayoría de las historias indica que el victimario no ha sido identificado ni detenido. Les sigue parentesco relacionado a una figura paterna, sea padrastro (4), ambos padres (3) o el papá (4). En caso de las adolescentes, su pareja (4) o expareja (1).

Esta investigación, complementada con un mapa interactivo de los casos, sigue el método del monitoreo de medios locales y nacionales. Es decir, que todo lo publicado en medios informativos se registra en distintas categorías que permiten identificar patrones en este delito cometido contra las niñas y adolescentes.

Es notorio que en 2022 se documentaron 53 casos, 33 menos que en 2021; sin embargo, se reitera que este reporte incluye solo las historias publicadas en lo que es considerado noticia por los medios de comunicación. Es posible inferir que esto significa que otros casos pueden existir. Si, efectivamente, ha habido una disminución, podría estar relacionada con la finalización del confinamiento que había sido ordenado a causa de la COVID-19 por el Gobierno federal a todas las escuelas y la mayoría de los centros laborales entre 2020 y 2022. De ser así, el hogar continúa siendo el lugar más peligroso para las mujeres, sin importar la edad.

*Nota:

Información resultado del monitoreo de medios de Aquí Estamos del 01 de enero al 31 de diciembre de 2022.

1. Estas cifras se basan en el monitoreo que se hace en medios de comunicación locales y nacionales, por lo que en los estados que se reportan en ceros puede que los medios no hayan cubierto la información.

2. Se mantiene esta variante “huellas de violencia”, porque así la reportan los medios de comunicación, que a su vez, replican el discurso de las autoridades de seguridad, sin ser específicos a qué se refieren.

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