Alejandra
Un feminicidio que la Fiscalía de Chetumal intentó disfrazar de suicidio
Como todas las mañanas, Alejandra salió a correr en la playa. Era habitual que le mandara videos de su recorrido a sus hermanas para motivarlas a ejercitarse, pero el 20 de junio de 2021 fue distinto, ya que no envió mensajes y no respondió a las llamadas. Su cuerpo fue encontrado a la orilla de la Bahía de Chetumal en Quintana Roo.
Ale, como la llamaban, tenía 16 años y su familia no ha hecho otra cosa más que tratar de buscar las respuestas que las autoridades no les dan. El primer dictamen por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) fue que se ahogó en apenas 15 centímetros de profundidad, pero sus familiares relatan que ella sabía nadar perfectamente.
“Sentía una angustia en el pecho... A las pocas horas se escuchó entre los vecinos de Calderitas que habían encontrado el cuerpo de una mujer joven y ahí fue cuando todo se vino abajo”.
Fueron varias horas de espera. Alejandra no respondía su celular y un mal presentimiento no salía de la mente de su mamá, Uendy Felicitas: “Sentía una angustia en el pecho, quería preguntarle si iba a comer conmigo. A las pocas horas se escuchó entre los vecinos de Calderitas que habían encontrado el cuerpo de una mujer joven y ahí fue cuando todo se vino abajo”.
Al día siguiente, durante la mañana del 21 de junio, la familia de Alejandra decidió ir al lugar donde encontraron su cuerpo para prender unas veladoras y montar una cruz con su nombre. La señora Uendy relata que la zona nunca fue acordonada y no hubo una intención real por parte de la Fiscalía de investigar el asesinato de su hija porque inmediatamente lo clasificaron como un accidente o un suicidio. La familia rechazó esta versión y comenzó a investigar por su cuenta: en el sitio ellos encontraron un bóxer de hombre, un tenis de Alejandra y una toalla. Después de este hallazgo, la Fiscalía se vio forzada a retomar el caso y, esta vez, investigarlo como feminicidio.
Lo que sí hay, son amenazas de terceros por “hacer tanto alboroto”…
La madre de Alejandra ha revisado el caso con 2 distintos comandantes asignados por parte de la Fiscalía y afirma que con ninguno ha recibido avances en las investigaciones. No hay ningún rastro en las cámaras de seguridad que están sobre la ciclovía, no hay sospechosos. Tampoco encontraron su celular ni datos almacenados en la nube, según información que le proporcionaron trabajadores de Telcel. No hay agilidad en el caso: no hay respuestas.
Lo que sí hay, son amenazas de terceros por “hacer tanto alboroto” y han vandalizado en dos ocasiones el lugar donde la madre de Alejandra puso una ofrenda a su hija. Colectivos feministas como Marea Verde Quintana Roo, han realizado marchas para exigir que el caso se esclarezca y se mejoren los protocolos de seguridad en la zona, pues en Calderitas casi no rondan patrullas, no hay un buen alumbrado público y refiere la mamá de Alejandra que “seguido se escucha de alguien que encontraron muerto, pero la policía no se mete”.
La lucha por Ale sigue y sus hermanas la recuerdan con ese carisma tan característico y alegre. Era una hermana, hija y amiga que siempre buscaba contagiar a todos bailando y cantando su música favorita.