Wendy
Justicia ¿lenta o impune?: a 1 año de cargar su ataúd, familia y amigas piden justicia para Wendy
“Wendy vive”, “Ni perdón ni olvido”, fueron algunas de las consignas exclamadas por amigas, amigos y familiares de Wendy, de 16 años, asesinada en marzo de 2021 en el municipio de Xonacatlán, al noreste del Estado de México. Durante su sepelio, el 26 de marzo, cientos de personas le dieron el último adiós a través de pancartas y gritos que clamaban justicia, mientras sus amigas más cercanas cargaban el ataúd donde yacía su cuerpo.
Fue en un paraje conocido como La Manga, entre los límites del municipio de Xonacatlán y la localidad Villa Cuauhtémoc, en donde encontraron a Wendy 2 días después de haber desaparecido. Wendy Yoselin cursaba el segundo año de preparatoria y fue encontrada en un pequeño charco de agua, boca arriba, con las manos entreabiertas, la blusa y los pantalones rasgados. El cierre de su pantalón estaba roto y sus zapatos nunca fueron localizados.
Pese a haber levantado la denuncia por desaparición, no fueron las autoridades sino una amiga de la familia quien le avisó a Guadalupe y Héctor, papás de Wendy, que habían encontrado el cuerpo de una niña en aquel lugar, que ya estaba acordonado por policías municipales.
“Mi hija todo el tiempo tenía una sonrisa en la cara, ella era muy feliz y nos contagiaba a todos, siempre estaba hable y hable y se ganaba a la gente muy rápido. Supongo que por eso recibimos mucho apoyo desde el primer momento, incluso cuando fue el día del sepelio las calles estaban llenas de toda la gente que la queríamos”, recuerdan Héctor y Guadalupe, quienes a un año de lo sucedido, no han obtenido justicia. Consideran que el proceso ha sido muy complicado y temen que cualquier detalle eche para atrás los avances que se han tenido en las investigaciones a base de presionar e insistir a las autoridades que no olviden a Wendy.
La casa de la familia está ubicada cerca del Centro de Xonacatlán. Al entrar, el silencio aplaca el ruido exterior y el olor a pan que hace el papá de Wendy para vender, impregna el ambiente. Wendy está en distintos espacios. Entre las fotos familiares destaca una de su fiesta de 15 años en la que aparece con un vestido color tinto y su inigualable sonrisa.
Mi hija todo el tiempo tenía una sonrisa en la cara, ella era muy feliz y nos contagiaba a todos... supongo que por eso recibimos mucho apoyo desde el primer momento, incluso cuando fue el día del sepelio las calles estaban llenas de toda la gente que la queríamos
Ahí mismo, pero el sábado 20 de marzo de 2021, el novio de Wendy llegó a visitarla a las 3 de la tarde, como todos los sábados. Media hora después, pidió permiso a los papás de ella para ir a dar la vuelta al Centro. Él fue el último quien la vio con vida.
Alrededor de las 6 y media de la tarde, el joven volvió a la casa, pero sin Wendy. “Vengo a avisarle que Wendy se apartó de mí, porque si le llega a pasar algo no quiero que me echen la culpa”, recuerda Guadalupe las palabras exactas que les dijo el novio de su hija. Además, les aseguró a ella y a Héctor que la joven se había adelantado en el camino al recibir una llamada de su tía.
Al preguntarle cómo es que la había perdido de vista, el novio respondió que cuando estaban en la esquina de la iglesia con unos amigos, la tía de Wendy le marcó y ella comenzó a caminar. Aseguró que intentó seguirla, pero de repente no la vio al doblar una esquina. Esta versión sería descartada por las autoridades más adelante.
Pasaron las horas y comenzaron a buscarla. También publicaron una foto de Wendy en las redes sociales, por lo que muchos vecinos se enteraron de inmediato. “Es que realmente mi niña era muy conocida, las personas la querían, era muy sociable y eso le abría mucho las puertas porque ella se daba a querer”, resaltan los papás.
“Vengo a avisarle que Wendy se apartó de mí, porque si le llega a pasar algo no quiero que me echen la culpa”
A las 8 de la noche el novio regresó acompañado de sus papás. Héctor pensó que venían a hablar porque, quizá, ya se habían llevado a su hija a vivir con ellos, pero no fue así. Sólo externaron que estaban muy preocupados porque Wendy no aparecía.
Los padres intentaron en repetidas ocasiones comunicarse con Wendy, pero su celular siempre los mandaba a buzón de voz. Desesperados, entraron a la cuenta de Facebook de su hija, pues tanto ellos como el novio de Wendy conocían su contraseña. Fue así como descubrieron que alrededor de las 7 y cuarto de la tarde, ella le había enviado un mensaje a su novio pidiéndole auxilio: “amor auda (sic)”. El joven contestó el mensaje a las 7 y media diciéndole, “dónde estás, estamos preparados por ti”. Héctor y Guadalupe estaban enojados con el novio de su hija, pues no les reveló que la había contactado tras regresar por segunda vez.
“Hicimos una reunión en casa entre las 8 y media y las 9 de la noche con amigos y vecinos. Hubo muchas versiones. Algunas personas decían que la habían visto abordar un taxi, otras que estaba en una fiesta en Jilotzingo”, relata Héctor. Además, señala que los policías del municipio de Xonacatlán no les prestaron apoyo y que sólo los de Villa Cuauhtémoc los auxiliaron con patrullas gracias a un familiar que tenía contacto con personal del Ayuntamiento.
A partir de la experiencia de un conocido de la familia, sabían que tenían que denunciar la desaparición de su hija en el Centro de Justicia para las Mujeres, ubicado a media hora de su casa en el Paseo de Matlazincas, en Toluca.
Dentro del Centro de Justicia se encuentra uno de los Módulos ODISEA, programa para la búsqueda y localización de personas desaparecidas, no localizadas, ausentes o extraviadas. El programa obliga a generar una cédula única de la persona y a realizar una búsqueda física en hospitales, albergues, centros de detención, en el Servicio Médico Forense (SEMEFO), entre otras instituciones, de acuerdo con lo publicado en la página web de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Sin embargo, el caso de Wendy no siguió el protocolo. El funcionario únicamente entregó una copia a color del Protocolo Alba a Guadalupe y le sugirió empezar de inmediato a repartir los boletines. La familia de Wendy tuvo que correr con el gasto de las copias para comenzar a circular el Protocolo.
Alrededor de las 6 de la mañana del domingo 21 de marzo, los papás regresaron a casa con la noticia de que tampoco la búsqueda que realizaron familiares y amigos había arrojado alguna pista. Wendy llevaba más de 15 horas desaparecida.
Gracias a la foto que habían subido a Facebook, contactaron a los padres para avisarles que había una chica parecida a su hija por San Miguel Mimiapan, localidad ubicada a unos 15 minutos al norte de su casa. No obstante, la niña no era Wendy, era de Naucalpan y también había sido reportada como desaparecida.
... el caso de Wendy no siguió el protocolo, el funcionario entregó una copia a color del Protocolo Alba a Guadalupe y le sugirió empezar de inmediato a repartir los boletines...
Al mediodía del lunes 22 de marzo y después de entrevistarse con una regidora de Xonacatlán, los padres le exigieron al novio de su hija que les mostrara exactamente las calles por las que habían estado aquella tarde del sábado. Querían solicitar las cámaras de los comercios y ver si alguien se había llevado a Wendy. Al poco tiempo y para su sorpresa, los videos de las cámaras demostraron que su hija no había pasado por ninguna de las calles que el novio aseguró: nunca fueron al Centro. El único momento que los capta juntos es cuando ambos salen de la casa de Wendy y 2 horas y media después, se ve solo al novio caminar en dirección a la casa de ella, pero como si viniera de su propia casa, la cual se encuentra rumbo a La Manga y en dirección opuesta al Centro.
Fue en ese momento cuando la amiga de la familia les avisa que policías municipales habían acordonado el paraje de La Manga, donde finalmente encontraron a su hija, lugar ubicado a unas 2 milpas (300 metros) de la casa del novio, quien vivía en el municipio de Villa Cuauhtémoc, relatan los padres.
“Ha sido muy complicado todo esto, fue muy difícil llegar hasta donde estamos, porque la verdad al principio nos hacían dudar, nos decían muchas cosas”, asegura Héctor al hablar del proceso de investigación que iniciaron las autoridades y que hasta la fecha no ha resultado en ningún detenido.
Pese a que el lugar fue acordonado por policías municipales, los padres denuncian que nunca vieron a peritos realizar el protocolo correspondiente como el levantamiento de pruebas. Incluso, al día siguiente el lugar estaba inmolado y hasta la fecha los padres no saben si ese hecho ha sido investigado.
Aunque desde un inicio las autoridades clasificaron el caso como feminicidio, ciertas inconsistencias han entorpecido el proceso de investigación. La autopsia arrojó que Wendy había muerto por “ahogamiento por sumersión en un medio líquido”, pues de acuerdo con las autoridades tenía 28 horas en aquel lugar. Pero el mismo día que encontraron a Wendy, Guadalupe notó que su hija no tenía arrugadas ni las manos o pies que estaban descubiertos, como ocurre generalmente cuando la piel está mucho tiempo en el agua, por lo que no creyó esa primera versión.
El primer asesor jurídico que les asignaron en Matlazincas les aseguró que su hija no fue forzada, ya que había entrado por su propio pie a La Manga y una vez ahí se pudo haber golpeado con una piedra y morir por ahogamiento. Consternados, los padres le respondieron que eso no era posible, porque habían encontrado a su hija descalza, sin zapatos y con los pies limpios. Además, tenía indicios de haber forcejeado con alguien, por cómo encontraron su ropa, entonces esa versión les pareció ilógica.
Contraria a la postura del primer asesor, una funcionaria del Ministerio Público perteneciente a la Fiscalía de Matlazincas comenzó a hacer las investigaciones. Tiempo después, los papás fueron notificados que la investigación se pasaría a la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Cometidos por Adolescentes, en la que se enfrentarían de nuevo a la labor de convencimiento con la asesora jurídica, ya que al principio se mostraba reticente con los resultados en la carpeta de investigación.
La Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Cometidos por Adolescentes se encuentra dividida en distintas agencias. El caso de Wendy fue asignado a la Agencia del Ministerio Público Especializada de Zinacantepec, ministeriales que hasta la fecha no han informado a los padres sobre el avance de las investigaciones.
Los padres relatan que el 18 de mayo de 2021, hubo un alboroto entre autoridades y habitantes de Villa Cuauhtémoc, pues los policías llevaban una orden de aprehensión contra el principal sospechoso del feminicidio. Sin embargo, muchos vecinos intentaron impedir el arresto por lo que se rumora que fue así que él pudo escapar.
Guadalupe asegura que la asesoría de una de las regidoras del municipio de Xonacatlán ha sido clave para que ellos tuvieran acceso al apoyo psicológico y de canasta básica por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México, además de algunos vales de gasolina provenientes del Ayuntamiento.
Al preguntar qué significado tuvo recibir tanto apoyo de mucha gente desde el primer día, Héctor reconoce que no hay palabras para agradecer. “Nosotros seguimos en un duelo, pero en ese momento era más profunda la herida y de alguna forma me siento bendecido porque encontramos a mi niña, no de la forma que hubiéramos querido, pero está con nosotros gracias a toda mi familia, los amigos de mi hija, los vecinos y toda la gente que nos acompañó”.
... los policías llevaban una orden de aprehensión contra el principal sospechoso del feminicidio, sin embargo, muchos vecinos intentaron impedir el arresto por lo que se rumora que fue así que él pudo escapar...
Héctor y Guadalupe expresan que sin el apoyo de la sociedad y la cobertura de medios de comunicación, muy probablemente su situación estaría peor, pues aseguran haber recibido amenazas después del intento de aprehensión del presunto sospechoso en Villa Cuauhtémoc.
Guadalupe señala un pequeño altar adornado con flores, globos y fotografías de Wendy, quien siempre cantaba su música favorita y apagaba el sitio donde fue encontrada y en el panteón que recibió aquel día de marzo a todas las personas que alguna vez conocieron a la niña de 16 años.
“Ahora todo lo que pedimos es justicia. Lo correcto es que quien le quitó la vida a mi hija pagué por lo que hizo, se trata de mi hija y es feo que alguien de la noche a la mañana haya decidido por la vida de ella, eso nunca lo vamos a superar”.
*NOTA
En solicitud a la situación por la que atraviesa la familia, no se menciona el nombre o alguna característica del principal sospechoso, para no entorpecer o predisponer a las autoridades a continuar con su trabajo.